martes, 8 de noviembre de 2011

Historia 1


Los inicios de la Iglesia



            Jesús de Nazaret fue crucificado ca.* 30 d. C. [1]. Este hecho provocó la dispersión de sus discípulos por Judea y Galilea. Cabe recordar que eran todos judíos y que Jesucristo no había fundado una nueva religión. Un tiempo después encontramos a los apóstoles* reunidos en Jerusalén anunciando que Jesús es el Mesías, es decir, aquel que ha llevado a su cumplimiento las promesas de Dios en el Tanak [2]. La experiencia fundante en la interpretación de la comunidad cristiana es la resurrección de Jesús [3]: la comunidad se reúne porque el Señor vive (esto se expresará en los sacramentos posteriormente). Este acontecimiento se expresa a su vez en la fiesta de Pentecostés, nacimiento del nuevo pueblo con una nueva Ley (recordemos que los judíos celebraran en Pentecostés la entrega de la Torá a Moisés en el Sinaí).

[1] Las palabras que aparezcan con un asterisco [*] deberán aparecer en el vocabulario que se ha de recoger al final  cuaderno.
[2]  Así es como los judíos llaman al Antiguo Testamento. Lógicamente, en los comienzos de la Iglesia no existía Nuevo Testamento (el primer escrito es, como muy pronto, sólo ligeramente anterior al año 50 d. C.). Tanak es un acrónimo compuesto con las consonantes iniciales de las partes de la Biblia Judía: Torá (Ley), Niebiîm (Profetas) y Ketubîm (Escritos).
[3] Como sabemos por cursos anteriores, resurrección es la imagen más usada para expresar lo que le sucedió a Jesús después de su muerte. No se trata de una revivificación (volver a esta vida), sino de un estar ya con el Dios viviente. Resurrección quiere decir que Jesús sigue vivo, que Dios le ha dado la razón frente a los que lo condenaron a muerte, que la muerte no tienen la última palabra sobre la vida de los hombres. Otras imágenes usadas fueron glorificación, exaltación, ascensión…

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